El cáncer de mama tiene altas probabilidades de curación solo si es detectado a tiempo. Para ello, la mujer a partir de los 40 años debe acudir al especialista o mastólogo para una evaluación de sus factores de riesgos. Posterior a ello, debe realizarse una mamografía, ecografía o lo que el médico le disponga.
El objetivo principal es evitar el aparecimiento de esta enfermedad considerada la tercera causa de muerte por cáncer en mujeres del país, según el Registro Nacional de Tumores de Solca Quito.
Jenny Cecilia Calvache es oncóloga clínica de esta casa de salud. Ella señala que los exámenes de detección temprana deben ser cada vez más individualizados.
“Es importante que cada mujer hable con su médico acerca de la frecuencia con la que debe someterse a estudios de control, y determinar cuáles de estos son los más apropiados, dependiendo de cada persona”.
Así, las mujeres que no tienen factores de riesgo y tienen entre 40 y 54 años pueden hacerse una mamografía anual. Mientras que quienes superen los 55 años pueden hacerlo cada dos años.
Si tiene factores de riesgo, como la obesidad y el sobrepeso o antecedentes de cáncer en la familia deberán seguir la recomendación del médico. Es decir, si dispone de dos exámenes anuales; y la posibilidad de hacerse ecografías mamarias independientemente de la edad. “Con este estudio se encuentran otro tipo de anomalías en las mamas”.
¿Es efectivo el autoexamen, autoexploración o conocido como ‘tócate’? La respuesta es no. Esta acción es complementaria a los exámenes de control mencionados. El motivo es que hay masas o bultos que no pueden ser detectados solo con el tacto.
Generalmente –dice la especialista Calvache- cuando la mujer siente una masa en su seno es un signo de que el cáncer está avanzado, debido al tamaño del tumor.
Juan Sebastián Sánchez, mastólogo oncoplástico y fundador del Instituto del Seno, destaca lo dicho por su par. Él explica que el autoexamen es complementario a la mamografía y al eco. No es un método de diagnóstico o detección del cáncer.
Básicamente sirve para conocer sus mamas y ver si hay algún cambio, como manchas, deformaciones del pezón, enrojecimiento, etc.
La autoexploración debe realizarse de dos a tres días después del último día de la menstruación. La mujer debe estar parada frente al espejo, con la parte superior descubierta. Luego debe alzar los brazos y hacer movimientos circulares desde la región más lejana hasta el pezón. Debe hacerlo siguiendo las manecillas del reloj. También, debe oprimir ligeramente el pezón para comprobar si hay o no secreciones.
El galeno además alerta que durante la pandemia de covid-19 hubo una disminución de los controles y de los tratamientos. El factor principal fue el miedo de salir de casa e ir a los hospitales.
Sin embargo, anima a las mujeres para que retomen las revisiones con los especialistas. Solo así se podrá controlar el aparecimiento de este tipo de enfermedades.
En Ecuador se estima que se presentaron 1 200 casos nuevos de tumores en las mamas, en el 2018. En el Registro de Tumores de Solca se observa que Quito tiene la tasa de incidencia más alta en el país: 40 de cada 100 000 mujeres tienen la enfermedad.
Noticia Original: El Comercio